Antes los abuelos eran menos y
parecÃan más viejos. En una Chiclana sin grandes empresas, ni administraciones,
ni ejército… en una Chiclana casi de campo todavÃa, muy pocos mayores cobraban
algo comparable a una pensión. Los que habÃan podido pagar el sello agrario,
cobraban, pero muy poco; la mayorÃa trabajaban hasta el último dÃa. Los menos,
ahorrando, tenÃan algunas pesetas apuntadas a mano, en una cartilla pequeñita y
de color celeste de la Caja de Ahorros de Cádiz.
Muchas abuelas vestÃan de negro y se
recogÃan el pelo blanco en un elegante roete, hecho mil veces con cuatro
horquillas que sostenÃan entre los labios apretados mientras se peinaban. HabÃa
pocas peluquerÃas pero mucha dignidad. Con muy poco seguÃan haciendo milagros.
Como siempre.
Los abuelos utilizaban gorra o
boina, que se quitaban enseñando media frente blanca, solamente como muestra de
gran respeto. Recuerdo ver el paso de un entierro por la Calle la Plaza. En
respetuoso silencio, las frentes blancas y las gorras en las manos. Una vez un
amigo me contó que su abuelo nunca llevaba la gorra cuando iba al banco o al
Ayuntamiento. ¿Por qué? … Para no tener que quitársela…
Entonces en Chiclana no habÃa nada
para los mayores. Algo más tarde, en Junio de 1981 se fundó el hogar del
pensionista, siendo el primer socio Don Antonio Pereira López. Al final de ese
mismo año ya eran 676, la mayorÃa hombres. El hogar, dependiente del Instituto
Nacional de Servicios Sociales, era mucho más pequeño que hoy dÃa. Contaba con
apenas una entrada, una habitación y una cantina o sala de juego. La peluquerÃa
creo que también estaba desde el principio. Entonces las mujeres no podÃan
entrar en la zona de juego, como no entraban en los bares, o en muchos otros sitios.
Esto último fue cambiado para mejor, y hoy dÃa las mujeres son mayorÃa, y mucho
más dinámicas y participativas.
El concepto predominante respecto de
los mayores era la seguridad, la protección. Se pretendÃa solamente proporcionar
a las personas mayores un lugar en el que estar protegido o como decimos
nosotros en Chiclana, estar recogido. Aquello fue cambiando también para mejor.
La transición desde la partida de dominó al taller de gimnasia o yoga, o al
baile de salón, no ha sido fácil. Los mayores han ido turnándose; porque obviamente
no son los mismos, ley de vida; pero, aun asÃ, la evolución ha sido bastante
radical y positiva.
Quiero resaltar la aportación a este
cambio, desde muy al principio, de la orquesta San Antonio. La orquesta del
Hogar, y los bailes de los sábados, que todavÃa continúan. Porque no es lo
mismo, como ustedes comprenderán, ir al hogar del pensionista que ir al baile. Con todo lo que ello
significa…
En 1998 el Ayuntamiento financió las
obras de ampliación del centro, ya de titularidad de la Junta de AndalucÃa. Se
consolidó entonces un cambio de modelo, y de mentalidad. El Hogar del
Pensionista pasó a llamarse Centro de Participación Activa para Personas
Mayores.
Y es que, uno de los cambios más
profundos que se ha producido en la Chiclana Reciente, durante las décadas de
los ochenta y noventa, y como en otras ciudades, ha sido la transformación del
papel de los mayores.
Ahora, con la tan traÃda crisis
económica, los mayores tienen que volver a adaptarse a las nuevas
circunstancias. Y muchos de ellos, vuelven a asumir cargas familiares.
Una encuesta reciente realizada a
quinientos usuarios del centro retrata una situación económica y social que
podemos intuir: Un 30% de los abuelos encuestados prestan ayuda económica a su
familia todos los dÃas, y solo el 16,5% manifiesta que nunca tiene que ayudar a
sus hijos. Ninguno se queja. Ninguno.
Pueden ustedes admirarlos en www.mayoreschiclana.es Me apetece hacer publicidad de su web. Se sorprenderán de todo lo que
hacen y de todo lo que tienen que dar todavÃa nuestros mayores; y de paso,
podrán ver las fotos de la última gira, o del baile de un
sábado cualquiera.
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