sábado, 9 de marzo de 2013

Chiclana. Memoria reciente.


La Memoria Reciente

Comienza hoy mi modesta colaboración en el diario, deseando que éste artículo sea el primero de muchos. Quiero dar un cariñoso abrazo a mi predecesor en este espacio, a Pepe MierMe gustaría ser capaz de imitar la calidad de sus artículos, su amor por Chiclana y otras facetas de su vida, que se me antojan ejemplares. Es un honor.

Aunque no tengo experiencia en estos menesteres, la intuición me dice que es conveniente hacer una presentación de estasección, Chiclana, memoria reciente. Con una mirada social y no necesariamente actual, pretendo recordar vivencias eminentemente chiclaneras. Me gustaría compartir con ustedes mi particular MEMORIA DE CHICLANA.

La memoria admite varias clasificaciones, y según la antigüedad de lo recordado, podemos hablar de memoria inmediata, reciente o remota. La MEMORIA INMEDIATA se centra en la vida cotidiana y nos permite conocer el hoy mismo, de una manera fugaz, insustancial diría yo. Es una memoria operativa, necesaria, pero poco trascendente. En cualquier ciudad, la actualidad ocupa casi todo el espacio. Puede que estemos excesivamente centrados en lo actual, dando vueltas a lo mismo, sin ser capaces de ver un poco más allá. No escribiré sobre la actualidad ni entraré en polémicas de moda. Al memos no directamente.

Al contrario, lMEMORIA REMOTAo memoria histórica, es la encargada de recordar, clasificar y hacernos aprender de las experiencias más antiguas. Recuerda y estudia con gran detalle hechos históricos en detrimento de recuerdos más recientes. Tanto los historiadores como los viejos, y sobre todo los historiadores viejos, saben que la memoria puede sertambién, en cierta medida, un género de ficción. Rememorar o revivir, es también reinventar. Por eso, es imprescindible tener acceso a muchas versiones de nuestra Historia. En Chiclana se ha potenciado en los últimos años, creo que acertadamente, la investigación y difusión de nuestro pasadoYo por mi parte, dejaré la historia para los historiadores, y salvo alguna excepción, este espacio se centrará en nuestra MEMORIA MÁS RECIENTE. Puedo estar equivocado, pero creo que nos ocupamos poco de revisar nuestros últimos treinta años.

Nací en Chiclana en 1972, durante el baby boom de los 70. Cuando tenía nueve años, en 1981, según el INE, en Chiclana vivían 36.203 personas; en 2012, 82.565Esta explosión demográfica ha sido causa y consecuencia de un profundo cambio de modelo de ciudad (si es que alguna vez tuvimos un modelo). Veinte mil Chiclaneros no han conocido la Chiclana delaño 2000. Y cuarenta mil de nosotros no puede contribuir a nuestra memoria colectiva, sencillamente porque no estaban aquí hace un par de décadas.

Pretendo compartir algunos de mis recuerdos con aquellos chiclaneros y chiclaneras que no conocieron Chiclana en las décadas de los ochenta y noventa. Será mi versión, quiero ser sincero. Como dije antes, pienso que la memoria es también una manera de inventar. Espero esbozar un retrato honesto de la sociedad local. Espero la complicidad de quienes recuerden las salidas en la Plaza de España, en los bares Madrid, Rebufo o el Quinientas; espero un guiño de los que estaban todo el día en el poli, en equipos sin equipaciones; espero recordar las casetas de madera en la playa, cómo eran los colegios, el instituto, la vida sin ordenadores pero con clases de mecanografía, los juegos en la calle… espero sobre todo,recordar lo que éramos y lo que soñábamos antes de esta última fase de ladrillo-dependencia. Puede que tengamos que retomar los planteamientos de entonces.

Chiclana está inmersa en un período de profunda desorientación. Los años anteriores a la crisis trajeron ingentes cantidades de dinero, que parece haber desaparecido tan rápido como vino. Lo cierto, si somos auto-críticos, es que esta riqueza pasajera no ha sido aprovechada para construir un proyecto colectivo sostenible para las generaciones siguientes. Como nos recuerda Pepe Mier, Chiclana parece reinventarse con cada generación, que construye, desarrolla y agota cada vez, un nuevo y efímero modelo económico. La vocación de Chiclana está otra vez por redefinirUna vez más en nuestra historia estamos en una profunda depresión tras un período de esplendor. Y de nuevo, toda una generación tiene que reinventarse. Para esto, no puede ser malo recordar quienes somos y de lo que somos capaces. Debemos tomar conciencia de los cambios a mejor que hemos propiciado en los últimos años, y también de lo que hemos perdido. Propongo que dediquemos unos minutos a la semana a evocar juntos nuestra MEMORIA RECIENTE.

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